El negativo y misántropo genio del cómic demuestra tener una cara dulce. ¿Pequeñas y monas gatitas, ángeles y bebés? ¿Flores, cucuruchos de helado y bandas musicales de chicos alemanes? ¿Viniendo, supuestamente, del artista más pesimista de su generación? Sí, es más, existe una cara dulce en Robert Crumb. Estas deliciosas ilustraciones ejemplifican maravillosamente los muchos momentos de ternura que, hasta ahora, han jugado un rol secundario frente a sus icónicos y más picantes dibujos de culto. Ahora Crumb se remonta a sus humildes inicios americanos como ilustrador de tarjetas de felicitaciones en Cleveland, cuando su talento innato para lo grotesco tuvo que ser reprimido a favor de la perenne llamada de lo bonito . El resultado era un mundo alegre y risueño en el que los lectores, cualquiera que fuese su personalidad, edad e incluso orientación sexual, podían disfrutar el momentáneo lapso del artista desde lo gamberro hacia lo bonito.
Cómo ganar amigos e influir en las personas. Descubre tus zonas erróneas. Viaje al optimismo. El arte de no amargarse la vida. Reinventarse y emprender. El poder del ahora A la hoguera con los libros de autoayuda! Porque ya está aquí, ya llegó, por ahí viene Mr. Natural, nuestro gurú personal favorito, el único místico capaz de meditar profundamente sobre la condición humana mientras se echa una cabezadita. Estas páginas contienen filosofía auténtica, trascendencia de la buena y revelaciones de altura. Las Sagradas Escrituras del profeta del underground dicen que de esta vida no se salva nadie pero que lo bailao no te lo quita ni dios. O lo que es lo mismo: que se acabó la tontería. Buen karma! Hablar de Robert Crumb (Filadelfia, 1943) es hacerlo de uno de los autores más influyentes de la modernidad. En su bibliografía abundan personajes clásicos como el gato Fritz, proyectos titánicos como una adaptación del Génesis bíblico, delicias románticas como El gran libro Yum Yum y juegos matrimoniales a cuatro manos como Háblame de amor!, en colaboración con su esposa Aline Kominsky-Crumb. Desde que en los años 60 empezase a dar muestras de un talento sobrenatural para el dibujo que pronto le consagraría como pope del underground norteamericano, Crumb no ha dejado de entregar un sinfín de páginas donde la comedia irreverente, el furor neurótico y la angustia existencial trabajaban aliados para una autobiografía en construcción constante. Hoy su obra ha trascendido el ámbito del cómic y es reconocido por autores de todas las disciplinas, museos de arte moderno le rinden homenaje y su personalidad incorruptible llegó a dar pie a una película documental producida por David Lynch que llevaba su nombre por título. En la actualidad vive en familia en el sur de Francia, abrigado por una espléndida colección de discos de pizarra.
Se recuerda como una de las publicaciones emblemáticas del underground norteamericano y hay quien la considera la revista de historietas más influyente del mundo. Hay motivos. Zap Comix surgió en el San Francisco inmediatamente previo a las revueltas estudiantiles y sociales que sacudieron el globo a finales de la década de los 60. Lo hizo primero como vehículo para el talento de la superestrella Robert Crumb, quien pronto convocó a su vera a un puñado de rebeldes de voz singular: Spain Rodriguez, Robert Williams, Paul Mavrides, Víctor Moscoso, S. Clay Wilson, Rick Griffin y Gilbert Shelton. Juntos e incluso revueltos los miembros de aquella tripulación irreverente surcaron la historia del cómic contemporáneo asentando las bases de muchas corrientes por venir desde la narración autobiográfica hasta el relato confesional pasando por el tebeo impresionista la intersección con el arte contemporáneo la crónica callejera o la sátira mordaz. Años después cuando la creíamos un sueño de otro tiempo Zap Comix irrumpe en el siglo XXI con este -ahora sí- último número que suma la presencia de Aline Kominsky- Crumb a los ocho miembros originales. Una tropa de veteranos todavía dispuestos a reavivar las brasas de aquella fiesta de la contracultura.
El primer libro del Pentateuco, tan exuberante en su temario como rico en imágenes, ha sido una tentación para artistas gráficos de todos los tiempos, si bien nadie hasta ahora había abordado una adaptación tan objetiva y detallada como la que aquí presenta Robert Crumb. Génesis es un titánico trabajo de cuatro años, minucioso y exhaustivo en lo documental, que asume el doble riesgo de trasladar a viñetas una obra maestra de la literatura universal que es además un texto sagrado. El resultado es una lectura fascinante que enriquece y amplifica el original, así como la prueba definitiva de que Crumb se encuentra entre los más grandes artistas de nuestro tiempo.
El primer libro del Pentateuco, tan exuberante en su temario como rico en imágenes, ha sido una tentación para artistas gráficos de todos los tiempos, si bien nadie hasta ahora había abordado una adaptación tan objetiva y detallada como la que aquí presenta Robert Crumb.<BR> Génesis es un titánico trabajo de cuatro años, minucioso y exhaustivo en lo documental, que asume el doble riesgo de trasladar a viñetas una obra maestra de la literatura universal que es además un texto sagrado. El resultado es una lectura fascinante que enriquece y amplifica el original, así como la prueba definitiva de que Crumb se encuentra entre los más grandes artistas de nuestro tiempo.
Incluye CD de la música seleccionada y recopilada por R. Crumb. Introducción de Terry Zwigoff
Cualquiera que conozca la obra de Robert Crumb como ilustrador conoce también su pasión por la música. En esta edición inédita hasta ahora en España, Nórdica Libros tiene el placer de presentar la recopilación de las tarjetas coleccionables que dibujó Crumb a mediados de los años ochenta. Un título-homenaje del padre del cómic underground a los innovadores musicales de principios de siglo XX que le ayudaron a inspirarse en su trabajo.
Casi un siglo después de su muerte, Franz Kafka permanece como uno de los escritores más modernos de entre todos los que son y han sido, persistiendo sus novelas y cuentos como influencia capital para cada nueva generación literaria. Por su parte, Robert Crumb, icono del underground de los años ?60 al que hoy los museos pretenden desactivar incorporándolo a sus colecciones, resiste y se mantiene como uno de los autores de historieta más aclamados y libres del mundo. La obra de ambos comparte neurosis, humor agónico, aflicción existencial, una originalidad incontestable y cierta cualidad genial que la desplaza de su tiempo para hacerla inmortal. Secundando un texto de David Zane Mairowitz donde se desgrana el entorno, la vida y la obra de Kafka, Crumb se proyecta aquí en las circunstancias del escritor, las interpreta y nos las transmite en detalle con sus dibujos. El resultado es un extraordinario híbrido entre biografía, cómic y libro ilustrado, que supone el hermanamiento de dos de los artistas menos comunes y más hondos de nuestra era.
Demoledor, cínico, vividor, desencantado y rijoso como no podía ser de otra manera tratándose de una creación de Robert Crumb. El Gato Fritz es el personaje más carismático de su autor y el más representativo de lo que fue el underground norteamericano, una etapa de efervescencia, revoluciones y sueños de libertad. Fritz congregaba en una sola figura la tradición de los animales erguidos que poblaban los dibujos animados y las viejas tiras cómicas con el arrebato del amor libre y las ilusiones de cambio social que sacudieron la segunda mitad del siglo XX. Tras innumerables ediciones piratas y esforzadas antologías oficiales, he aquí el libro definitivo del personaje, con todo su material restaurado para la ocasión e incluyendo páginas nunca publicadas hasta el momento.