El arte de la mentira es una disciplina al alcance de muy pocos, y solo aquellos capaces de manejar con maestría los hilos de la comedia infame de la existencia sabrán sacarle partido. El Paolo Pinocchio de Lucas Varela, trasunto del personaje de Collodi y bufón abandonado a su suerte en estas páginas, es eje y motivo de un surtido de historias con acceso directo al inframundo. Una cornucopia de estampas donde la luz y la oscuridad deciden aliarse en esplendoroso pandemónium gráfi co. Es la hora de la representación! La farsa es nuestro destino! Bienvenidos al vientre de la bestia! LUCAS VARELA (BuenosAires, 1971) publicó sus primeros trabajos en fanzines y antologías de historietas. Más adelante se dejaría ver en medios como Clarín, La Nación, Rolling Stone, The Financial Times o Fierro, en cuyas páginas vio la luz este Paolo Pinocchio. Ha trabajado con guionistas como Carlos Trillo (El cuerno escarlata, La herencia del coronel), Julien Frey (Michigan), Hervé Bourhis (El labo) o Diego Agrimbau (Diagnósticos, El humano). En solitario es también autor de El día más largo del futuro y Las andanzas del incorregible Paolo Pinocchio.
PRIMERA EDICIÓN EN TAPA BLANDA! ¿Qué pasa cuando el virtuosismo de Lucas Varela se mezcla con la prolífica imaginación de Diego Agrimbau? Seis trastornos psíquicos son los protagonistas de Diagnósticos, un cómic gobernado por alteraciones en la percepción, desajustes ópticos, contaminaciones verbales e interferencias entre sentidos. Una serie de anomalía neuronales que atraparán a sus personajes en los límites de cada página y conducirán al lector a una experiencia sensorial inédita.
¿Qué pasa cuando el virtuosismo de Lucas Varela se mezcla con la prolífi ca imaginación de Diego Agrimbau? Diagnósticos reúne seis historias cortas que revisitan la tradición del género de la narrativa: seis trastornos mentales sirven de hilo conductor para la exploración de los códigos del noveno arte. Las protagonistas de estas historias sufren de distintos trastornos sensoriales que se ven refl ejados en una apropiación indebida de los mecanismos tradicionales del cómic; así, los poderes sinestésicos de una investigadora le permiten descifrar las onomatopeyas que fl otan en el espacio de la página, una joven sufre de claustrofobia encerrada en los límites de una viñeta o una estudiante en letras, aquejada de afasia, sólo comprende el lenguaje cuando lo ve escrito sobre algún soporte. Lucas Varela y Diego Agrimbau utilizan el cómic como un laboratorio en el que juegan con las limitaciones narrativas, convirtiendo a sus heroínas en conejillos de indias al borde de la locura.
Un oficinista dado a la ensoñación y un robot dedicado a las tareas del hogar. Dos individuos a punto de vivir la jornada más delirante de sus respectivas existencias. Al menos eso indica la aparición en escena de un forastero que porta un extraño maletín. Una valija en cuyo interior se materializan deseos y pesadillas. En un futuro regido por las corporaciones y supeditado al sistema burocrático, todavía hay lugar para lo inesperado.
1975. Tras el sueño utópico de los 60, Jacques-Marie Bertrand, ingeniero fundador de la veterana empresa de fotocopiadoras Bercop, da carta blanca a su hijo Jean-Yves para desarrollar la fotocopiadora del mañana. Tras un contacto fortuito con ciertos estupefacientes, Jean-Yves echará un vistazo al futuro y descubrirá algo inesperado: que hay que inventarlo. A partir de entonces, y a espaldas de su padre, pondrá en funcionamiento un laboratorio tecnológico, cuna del primer ordenador doméstico, la impresora original, los SMS y cierta combinación de signos que un día se llamará emoticono . El futuro de ayer contado desde el mañana.
La leña de pino arde bien, sin problemas, lo cual puede resultar problemático para Paolo Pinoc chio, un incorregible muñeco de madera que miente como un bellaco y que, en su afán de gozo y libertad, va a acabar siempre en los infiernos, condenado al fuego eterno. Pero Paolo no siente el dolor, al menos en teoría. Paolo Pinocchio es un trasunto del personaje de Collodi abandonado a su suerte en un mundo literalmente dantesco, cómico y divino por igual.